Como se corrigen los pies equino varos producidos por una parálisis del nervio ciático por inyecciones en los glúteos

Hace ya años, que por lo menos en España se dejó de poner inyecciones intramusculares en los glúteos de los pacientes pediatricos. Todavía recuerdo cuando era niño y alguno de mis hermanos o yo nos poníamos enfermos por enfriamiento, como acudía a vernos un magnifico pediatra, al que avisaban mis padres y que se llamaba Dr. Carlos Vazquez. Él venía en su Vespa a visitarnos y en muchos casos nos prescribía una penicilina que se llamaba Tribiotic, este antibiótico siempre se administraba de forma intramuscular.  Todavía recuerdo el pánico que me producía cuando mis padres hervían en un pequeño cazo la jeringa de cristal y las agujas de cono metálico que evidentemente se usaban una y otra vez. Cuando ya estaba todo preparado venía el tremendo trago para un niño, como era el que te pusieran una inyección en el trasero. Pasado el momento de la inyección, evidentemente te curaba y a los pocos días la fiebre desaparecía y se acababan las “vacaciones por enfermedad” y tenías que volver al colegio…

NERVIO CIATICOPero es cierto que en los niños las inyecciones intramusculares en los glúteos no siempre se ponían en el sitio adecuado, con lo que con poca masa muscular y unas agujas grandes existía la posibilidad de que están llegaran a dañar el nervio ciático a su salida por la escotadura ciática.  Pues esto es lo que le paso a nuestro paciente que un día cuando era niño, se le puso una inyección mal puesta dañando parcialmente el nervio ciático. La consecuencia es que  a las pocas semanas de este hecho, el niño empezó a apoyar de una forma rara el pie derecho. Viéndolo ahora en la distancia, la inyección lesionó las ramas nerviosas que forman el nervio peronéo anterior y como consecuencia se produjo la parálisis de los músculos tibial anterior y peroneo brevis. Esto trajo que los músculos antagonistas a estos, pudieran desviar el pie produciendo una deformidad en varo y en cavo y con el tiempo también un equinismo del pie al funcionar normalmente el gemelo y el soleo. Más tarde el reclutamiento de los músculos extensores provocó la aparición de los dedos en garra.

A copia C copiaCuando le vimos en la consulta , la marcha del paciente era muy mala, ya que el apoyo lo hacía sobre el borde externo del pie y en su parte anterior, produciendo un intenso dolor en estas zonas, pero sobre todo una tremenda inestabilidad ya que esta deformidad le producía torceduras repetidas. Cuando le dije que podíamos operarle y reparar su pie, la verdad es que vi la alegría en su rostro porque pondría fin a una tortura de más de 40 años.  Ahora ya está operado alineando, estabilizando y equilibrando la función de su pie mediante el transplante de varios tendones al dorso de su pie, corrigiendo la deformidad.

Ya han pasado varios meses de la operación y el paciente está caminando de forma normal y su cara ha cambiado porque cuando entra en la consulta lo hace sonriendo y agradeciendo lo que hemos hecho por su pie. Afortunadamente en nuestro país ya no se ponen inyecciones intramusculares a los niños en los gluteos y este tipo de lesiones no volverán a ocurrir.

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