Por qué quiero contar como tratamos las fracturas abiertas e infectadas de pilón tibial

Este tipo de fracturas que afectan a la parte de la tibia que está por encima del tobillo, se producen por traumatismos. Caidas desde escaleras, andamios, escalando, parapente, de motos o accidentes con coches. Son las causas más frecuentes que causan esta grave lesión. Si además la piel se rompe y sale la tibia fuera, el riesgo de infección es muy alto. Con lo que  el panorama del paciente se torna muy incierto y con pocas posibilidades de que el tobillo se recupere completamente. Al IICOP vienen muchos pacientes «desesperados» por lo negativo de las informaciones que han recibido sobre el pronóstico de estas fracturas. Por eso quiero contar como tratamos las fracturas abiertas e infectadas de pilón tibial. Para que los lectores que buscan información, tengan claro cuales son los pasos a seguir.

Cuando tienes ante ti a una paciente como la que os mostraré, desesperada y con cierto grado de frustración. Cuando nadie le da una solución positiva y le dicen que una solución es amputar la pierna. Podéis comprender que el desconcierto inunde la mente de estas personas. Hace más de 3 años esta paciente vino  con su fractura de pilon tibial. Con múltiples fragmentos, no operada, con una infección por pseudomona y con una piel en la parte interna de la pierna de pésima calidad.

RECUPERACIÓN DE LA COBERTURA Y LA PIEL

Este es el primer paso en el tratamiento, retirando la piel dañana hasta los margenes de piel sana y elástica. Además se aprovecha para retirar todos los fragmentos de hueso desvitalizados e infectados. A continuación se da cobertura con el mejor de los injertos, que  es el musculo. En este caso concreto se extarjo un injerto vascularizado del músculo dorsal ancho. Cuya vena y arteria se unieron a los vasos de la pierna. Para terminar con un injerto libre de piel que cubre todo el músculo y dando estabilidad a la pierna con un fijador externo.

RECONSTRUCCIÓN DE LA FRACTURA DE TIBIA

Pasados pocos meses, cuando el injerto colocado ya estaba bien cicatrizado y la infección estaba curada. Se operó otra vez, levantando el colgajo y accediendo a la tibia en la que teniamos una falta de hueso de 5 centímetros. Este «agujero» lo conseguimos cerrar con varios injertos de cortical y esponjosa de la cresta iliaca de la paciente. El tobillo que estaba muy dañado por el accidente y la infección, no lo pudimos salvar, por lo que realizamos una fijación o artrodesis. Al final se estabiliza todo con dos potentes placas de titanio y tornillos, una de ellas apoyada en el astrágalo para dar estabilidad a la reconstrucción.

 

 

 

 

 

 

RETIRADA DE ARTRODESIS DE TOBILLO Y COLOCACIÓN DE PROTESIS DE TOBILLO

Pasados más de doce meses, con la piel ya curada y el hueso bien consolidado, se retiró la artrodesis de tobillo y una de las placas. Colocando una prótesis de tobillo tipo Inbone 2 con varios anillos en el componente tibial. Reforzando además la tibia con una de las placas que tenía puesta.

 

 

 

 

RECUPERACION DE LA FUNCIÓN DE CAMINAR Y CORRER

Pasados dos meses de la operación, se empieza la carga y la rehabilitación del tobillo, recuperando la movilidad activa sin problemas. Han pasado ya más de dos años de la colocación de la protesis de tobillo. La paciente hace vida normal, se ha reincorporado a su trabajo habitual y sigue practicando deportes de bajo impacto. Montar en bicicleta, natación y andar, son las actividades que ella realiza varias veces a la semana.

Como podéis ver hemos podido resolver este grave traumatismo, con éxito. No hemos tenido ninguna complicación y aunque pueda parecer largo el tiempo empleado. Ella ahora conserva su pierna y lo más importante la función de esta para caminar. Asi es como tratamos las fracturas abiertas e infectadas de pilón tibial, para que los pacientes recuperen la normalidad en sus vidas

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