Esta frase que he oido hace poco tiempo. Bien se puede aplicar a muchas de las cosas que hacemos en el Instituto Internacional de Cirugía Ortopédica del Pie, de Madrid. Sin sufrimiento no hay gloria, se puede aplicar tanto a los médicos, comen algunos casos de pacientes.
¿Y que significa esto?, pues muy claro, en muchos de los casos tan complicado que acuden al IICOP. Bien pacientes neurológicos o postraumaticos, sus lesiones tienen una envergadura muy importante. Que nos obliga a los médicos a largas jornadas de cirugías. En las que empleados de 12 a 13 horas. Todo esto con el único fin de salvar sus pies y tobillos de la situación calamitosa que tienen. Lo hacemos siempre con gusto y poniendo todo nuestro conocimiento para superar estas situaciones.
Para el paciente también se le puede aplicar que sin sufrimiento no hay gloria. Y no me refiero al dolor físico, que eso lo controlamos muy bien. Usando las modernas técnicas de bloqueos de los nervios a nivel de los miembros inferiores. Si no, lo penoso que resulta a veces para ellos, el postoperatorio prolongado, el uso de sillas de ruedas o las curas. Sin embargo esta es la parte de sufrimiento, pero cuando llega la recuperación es panorama es bien distinto. El volver a caminar bien, sin dolor, pudiendo hacer una vida normal, correr o saltar, esta es la gloria.
La gloria cuesta esfuerzo, pero este es la parte que tanto los pacientes como los médicos tenemos que poner para poder superar los problemas. Cuando han pasado varios meses o unos años, es cuando algunos nos visitan y nos sus gracias emocionadas. Ayer mismo tuve oportunidad de ver a dos pacientes operados hace casi 11 años de sus pies. Uno de ellos me traía unas botellas de vino como agradecimiento. Y el otro vino con su hijo de 10 años, por un problema de pie plano, que no tenía importancia. Ellos recordaron la situación previa a la cirugía que realizamos y su calidad de vida actual. Pero también recordaron el tiempo que tomaron para recuperarse por completo.
Recuperar la fuerza y potencia de los músculos de la pierna o del muslo, no es una cosa que se pueda hacer en pocas semanas. Toma a veces mas de un año, pero conlleva ir al gimnasio, montar en bicicleta, nadar etc. Y esto es duro, sobre todo si la persona no es muy deportista. Ahí empieza un poco el sufrimiento para alcanzar la gloria de la recuperación completa. Volviendo a una vida normal.
Os aseguro que no es un tiempo perdido, al contrario, es recuperar lo que se ha perdido, después de una traumatismo o una enfermedad. El ejercicio aeróbico produce endorfinas que estimulan al paciente a tener más actividad. Además el corazón tiene una mejor condición fisica que una persona sedentaria.
Yo animo a todos los pacientes a que retomen la actividad física lo antes que puedan después de la cirugía. Que persistan en el empeño para conseguir una mejor calidad de vida tanto física como emocionalmente.